cab1

¿Por qué no te contratan? 7 fallos de una entrevista

Tal y como están las cosas, nos pasamos gran parte del tiempo ante la pantalla de nuestro móvil, ordenador o tablet en búsqueda de un puesto de trabajo, perfeccionando cada detalle de nuestro CV y leyendo información sobre cómo destacar en redes sociales. Incluso hay quien también lo hace a la antigua usanza, presentando el CV personalmente.

Pero solo recibimos llamadas de toma de contacto que finalizan con un “gracias, ya le llamaremos”, pero  nunca llaman. Hasta que un día, de repente, los astros se alinean, y un responsable de Recursos Humanos te dice: “Acuda el lunes a las 11 A.M. a la entrevista”. Entonces te invade una sensación de ilusión y esperanza al abrirse un poco la puerta al mundo laboral.

Llega el día de la entrevista, somos un manojo de nervios, no sabemos qué postura escoger, ni cómo sonreír. ¿Es mejor ser serio o más coloquial? Así que decidimos: “Como salga ha salido. Es mejor ser natural”.

Salimos de la entrevista, pensando que lo hemos bordado y esperando que el responsable de Recursos Humanos nos vuelva a llamar para firmar el contrato, y que llegue el día en que pasaremos de ser un desempleado más a un trabajador con el puesto perfecto para nosotros.

Pero no es así, pasan los días y ese responsable de Recursos Humanos no te llama. Entonces haces memoria para saber qué ha fallado en esa entrevista tan genial donde además de hablar del puesto de trabajo, hablasteis de actualidad y le demostraste cuánto sabes de todo.

Aquí te dejamos las razones por las que, posiblemente, no has conseguido ese fantástico puesto, y por qué ese simpático responsable de Recursos Humanos no te ha llamado con lo encantador que tú eres.

 

7 razones por las que no te han contratado:

1. Lenguaje demasiado coloquial o demasiado serio. Cada uno tiene su forma de ser. Puedes ser una persona seria o una persona más dinámica, pero en una entrevista debes encontrar el equilibrio entre las dos.

Si te toman por una persona muy reservada, pueden pensar que no vas a trabajar adecuadamente en equipo con más personas. Por otro lado, si ven que eres demasiado “guasón”, pensarán que no te vas a tomar en serio tu trabajo.

Consejo: Los nervios pueden hacer que te cierres un poco más en tu forma de ser. Sé natural, pero no extremista.

2. Carecer de conocimiento de la empresa. Es normal no saber de qué va la empresa, porque no podemos conocer al detalle todas las empresas que contactan con nosotros por redes sociales, pero tampoco debes saber solamente para qué puesto de trabajo te contratan. Si te preguntan tu opinión sobre sus productos y contestas que no sabes qué es lo que ofrecen, demuestras falta de interés sobre la empresa, y es una razón importante para que no te contraten.

Consejo: Infórmate sobre la compañía que te hace la entrevista, qué prestigio tiene y créate una opinión. Prepárate para la pregunta “¿qué sabes de nosotros?”

3. Datos inciertos o incompletos en el CV. Durante la entrevista revisan el CV y si hay incoherencias las deducirán mientras hablan contigo. De la misma forma, adornar mucho el currículum crea una mala impresión al entrevistador, porque no solo quieren buenos trabajadores, también quieren gente leal.

Tampoco da buena impresión justificar la falta de conocimiento de algo como los idiomas o informática.

Consejo: Está claro que hay que tener una buena presentación en el CV, pero las cosas que quedan redactadas tienen que ser ciertas y no aparentar ser otras, porque podrían apartarte de tus habilidades.

4. Criticar a tu anterior jefe o empresa. Porque, si hablas mal de ellos, ¿por qué no vas a hablar mal de la nuestra? Muestra falta de madurez. No puedes usar un lenguaje ofensivo de tus anteriores superiores. Demuestras ser un trabajador conflictivo.

Consejo: Posiblemente te preguntarán por qué te despidieron o por qué  dejaste tu antiguo trabajo. Razona tu respuesta siempre de forma educada.

5. Vestuario inapropiado. Las camisetas de superhéroes, de deporte y vestidos ajustados están bien para llevarlos fuera del trabajo, no para ir a la entrevista. Sea cual sea el tipo de trabajo y la empresa, no se asocia bien una camiseta de Batman con un puesto en un banco, por ejemplo.

Consejo: Adapta tu vestuario a las exigencias del puesto donde podrías trabajar. Debes ir cómodo y puedes darle tu punto de personalidad. El ajustarte al vestuario no significa dejar de ser tú.

6. Contestar a la defensiva. Si alguna vez te hacen preguntas como ¿cuántos hijos tienes?, ¿cuánto te gustaría cobrar?, ¿tienes pareja?… no puedes contestar a la defensiva. Está claro que la entrevista es una prueba y necesitan saber cómo reaccionas y respondes ante las situaciones, aunque tu vida privada no les importe.

Consejo: Sé educado y sincero, y ante la duda de preguntas personales, responde francamente. Cuanto más naturalidad, mejor.

7. Sueldo y vacaciones. ¡No puedes pensar en vacaciones y sueldo si aun no tienes el empleo! Eso demuestra desesperación y falta de ganas de trabajar.

Consejo: Espera a que sea el entrevistador quien saque el tema, o cuando te pregunte si tienes alguna duda, puedes hacer ese tipo de preguntas.

Como ves, pueden salir muchas cosas mal en una entrevista, aunque sea de corta duración. Los entrevistadores necesitan tener información general de ti para saber si eres el candidato ideal para el puesto, cómo trabajas en equipo o tu capacidad para responder en determinadas situaciones.

Saben que estás nervioso. No eres el primero ni el último al que le han hecho una entrevista y ellos también han pasado por donde tú estás pasando.

Las empresas no te ofrecen una entrevista de trabajo si no están interesados en ti, por lo tanto ya tienes una parte importante hecha. Tómate la entrevista como una comprobación de que sí vales para el puesto. Con optimismo podemos llegar muy lejos.

¡Mucha suerte!

 

Deja un comentario