Para la mayoría de los estudiantes, la tarea de aprender memorizando se le hace cuesta arriba. María Montessori (1870-1952) ya hablaba de la necesidad de un cambio en la manera de educar: “Todos los niños aprenden por medio del juego/trabajo: porque el juego es el trabajo de los niños”. La gamificación consiste precisamente en esto: mientras te diviertes jugando a un juego que te gusta estás adquiriendo los conocimientos de una forma más sencilla.
Según José Luis Ramírez Cogollor, en su libro Gamificación: Mecánicas de juegos en tu vida personal y profesional, “Gamificar es aplicar estrategias (pensamientos y mecánicas) de juegos en contextos no jugables, ajenos a los juegos, con el fin de que las personas adopten ciertos comportamientos”
Si se aplicase esta definición al contexto de la educación, se podría emplear esta técnica para conseguir que los alumnos aprendiesen la materia que tienen que estudiar de una forma más divertida y entretenida. Pero, concretamente, ¿cuáles son los beneficios que conlleva emplear la gamificación en la educación?
Contenidos
Beneficios de la gamificación en la educación
Motivación
Todo el mundo sabe que los juegos siempre han servido para eliminar el aburrimiento. Por tanto, si se emplea esta técnica en un contexto aburrido, como es el caso del estudio, los alumnos estarán más motivados a la hora de estudiar. La motivación vendrá como consecuencia de una necesidad de superación que es típica en entornos de juego.
Cognitivo
Los videojuegos siempre han sido muy útiles para conseguir tiempos de reacción más rápidos así como decisiones más veloces y certeras. De este modo, además de lo que se pueda aprender con el propio juego, el alumno podrá adquirir otras capacidades intrínsecas del pasatiempo.
Social
Mientras que en la educación más tradicional el alumno se encontraba solo con sus libros, con la gamificación puede estudiar junto a otros compañeros. Se pueden hacer competiciones con el resto de personas que ayuden a desarrollar las habilidades sociales.
Emocional
A todos nos gusta ganar y sentirnos campeones. Con el espíritu de competición del que se hablaba en el punto anterior vienen unidas muchas emociones que se desarrollarán a lo largo del juego. Esa frustración cuando pierdes, esa alegría extrema cuando ganas, esa risa que te da cuando fallas por un descuido tonto…
¿Y tú? ¿Qué opinas de la gamificación? ¿Te gustaría aprender jugando? 🕹