Todos asistimos ayer por la mañana a la gran caída que sufrió Facebook. Eran en torno a las 11:30 de la mañana y, al actualizar, aparece la fatídica pantalla que informaba de la “catástrofe”.
Muchos pensarían que se trataba de un error de su ordenador, pero, enseguida, comenzaron a aparecer mensajes en Twitter confirmando la caída.
Creo que es la primera vez que veo Facebook caído pic.twitter.com/ChK81Xd4LF
— Verónica Pavés (@veropaves) 26 de septiembre de 2017
¿Se ha caído #facebook ? ¿Vosotros podéis acceder? #FacebookCaído pic.twitter.com/WWgokez7GJ
— María Valera (@mvalpi) 26 de septiembre de 2017
Menos mal que teníamos Twitter para poder desahogarnos ante el desaliento y el abandono de esa red social que nos ha acompañado durante todos estos años. Muy pronto se empezaron a crear noticias fakes, memes y tweets irónicos como suele ocurrir cuando se dan noticias de este tipo.
Un fallo en Facebook deja a la gente sin amigos https://t.co/7AQygn4dEI pic.twitter.com/CjakBJfYMR
— El Mundo Today (@elmundotoday) 26 de septiembre de 2017
Posiblemente, se tratase de un ataque informático que afectaba sobre todo a España, Portugal y Francia. Pero, lo que está claro, es que, en el momento en que apareció en nuestras pantallas el mensaje “Sorry, something went wrong”, se nos pasó por la cabeza qué es lo que ocurriría si acabase esta red social.
Todas las fotos, todas las publicaciones, los mensajes, los comentarios… Todo acabaría.
¿Hablaríamos en unos años de esta red social como actualmente hablamos de Tuenti? ¿Y nuestra vida? ¿Terminaría con Facebook? Seguramente, tendríamos que migrar a otra red social que nos ofreciese algo parecido, “PERO HOY NO ES ESE DÍA”.