¿Cual es el secreto de Amazón? Fácil…Work hard, have fun and make history (trabaja duro, diviértete y haz historia). Este es el slogan que encuentras en todas las oficinas de comercio electrónico más grande del mundo.
Amazón España está situada en San Fernando de Henares (Madrid) desde el 18 de octubre de 2012, un año después de que Amazon comenzara a operar en nuestro país. Actualmente, Amazon.es tiene a la venta 48 millones de productos en una clasificación interminable de categorías: electrónica, bricolaje, cocina, juguetes, deportes, zapatos…
El crecimiento fue rápido, y eso se notó en su nave que pasó de 28.000 metros cuadrados a 60.000 (7 campos de fútbol), además de haber crecido en plantilla, pasando de 50 a 400 empleados.
Algunos datos de interés.
- El centro logístico tiene almacenados 4,3 millones de artículos.
- Con el centro de Madrid, ya son 28 almacenes los que Amazon tiene repartidos en seis países europeos.
- Posee 18 kilómetros de estanterías, un 159% más que hace un año, lo que equivale a cuatro veces la altura del Teide.
- Tiene 124 kilómetros de baldas con las que se podría dar la vuelta a la M-30 cuatro veces poniéndolas una detrás de otra.
- Cuenta con 2,6 kilómetros de cinta transportadora.
- En la campaña de Navidad del año pasado se utilizaron 24 kilómetros de papel de regalo, una cantidad con la que podría cubrir dos veces el Paseo de la Castellana.
¿Nueva sede en España?
La compañía de Jeff Bezos quiere más. El director general de Amazon en España, François Nuyts, señala que Amazon tiene previsto abrir otro centro logístico en España, aunque no quiere desvelar cuál será su ubicación ni cuándo tienen pensado comenzar a construirlo (Cataluña suena como una de sus principales candidatas).
Otro punto clave en el proceso de almacenaje es el método para colocar el producto en su infinita red de estanterías. Siguiendo la teoría del caos organizado, y en contra del funcionamiento de cualquier almacén de a pie, Amazon no ordena sus artículos por marcas ni categorías, sino que los reparte por todas sus instalaciones para que sus empleados, estén donde estén, puedan ir a buscar cualquier producto en el menor tiempo posible.
“La norma es: donde haya un hueco, ahí va el producto. Es el empleado el que elige dónde quiere colocar del producto y sólo tiene que chequearlo picando el código de barras para informar al sistema de dónde está”, explica el director de operaciones. Hasta que el producto no está situado en la estantería, no aparece en el catálogo como disponible.
Cuando se realiza un pedido, es otro el empleado el que se encarga de recoger el artículo de su estantería para proceder a la impresión de la factura y a su posterior empaquetado. “No queremos mezclar los procesos”, nos cuentan. La compra pasa por otro escáner que elabora la factura, se introduce el recibo en la caja correspondiente y se empaqueta. Los paquetes pasan por otra cinta que, dependiendo de su peso, tamaño y destino, decide con qué compañía es más rápido y barato viajar (SEUR, UPS, MRW…)